ACUÑA, FAN DE INDIOS DE CEPA Y ‘HUESO COLORADO’

De la mano de su papá Daniel Acuña y acompañado por uno de sus tíos, Antonio ‘Tony’ Acuña, un niño de entre 8 a 10 años, acudía al parque de pelota Jaime Canales Lira a ver los juegos de los Indios de Ciudad Juárez en el Campeonato Estatal de Beisbol, una afición que con el tiempo se convirtió en una costumbre y, posteriormente, en una tradición familiar transmitida ahora a tres generaciones.

Con los colores de la tribu bien puestos sobre su cuerpo y, con el corazón tatuado por el eterno e incondicional amor que siente por los Indios, ‘Tony’ no recuerda con precisión hace cuántas temporadas nació el tórrido romance entre él y la escuadra aborigen.

“Así, exactamente el número no recuerdo, pero recuerdo que era un niño cuando mi papá todavía me traía al estadio junto con un tío y todavía era en el Canales Lira, mucho antes del 96’”, señaló.

En el fiel seguimiento a sus Indios, ‘Tony’ vivió la transición y mudanza de la tribu que dejó el Jaime Canales Lira y convirtió al Corona 2000 en su nuevo hogar, en una época en la cual, la guerra cervecera estaba en su apogeo en la ciudad, en varias disciplinas deportivas, no sólo en el beisbol.

De aquella época, Acuña, de 39 años, atesora en su memoria los momentos más bellos que vivió con su hoy fallecido padre en torno a una pelota de beisbol y su magia que genera y enamora a multitudes, con sus 108 costuras rojas.

“Recuerdo tiempos que eran dos juegos el domingo, recuerdo momentos muy bonitos con mi señor padre que ya no vive, en los cuales, era ir al primer juego y a comer un lonche de colita de pavo en el intermedio para aguantar el segundo allá en el Corona, atrás del OXXO o Bip Bip, no recuerdo que era, ahí no la aventábamos”, destacó.

Enamorado del ‘rey de los deportes’ y atrapado sin salida por la pasión hacia los tonos rojos, blancos y negros de la novena fronteriza, a partir del 2010 y hasta la fecha, Acuña no se ha perdido ni un juego ni una sola campaña de los Indios, es decir, desde hace más de 13 años.

Y, al igual que los peloteros, ‘marca’ en el regional, aunque no en el terreno de juego sino desde el graderío.

“Tenemos que ‘marcar’ para estar contentos en el estatal”, declaró con un dejo de humor en sus palabras.

Sin importar el clima ni los horarios de juego, ‘Tony’ ha demostrado con creces que es un aficionado de verdad de los Indios de Ciudad Juárez.

“Desde que es el torneo regional aquí estamos, juego a juego. Recuerdo mucho cuando los juegos eran los domingos a las 12 del día, decían que a esos juegos veníamos los verdaderos aficionados”, comentó.

El sábado anterior, junto a Leslie Beltrán, Josefina Anchondo, Víctor Hugo López de Lara, Sergio González, Joaquín Alberto Vizcaíno y Alejandro Dutch, Acuña lanzó la primera bola en la ceremonia previa al tercer juego entre Indios de Ciudad Juárez y Venados de Madera, invitación de la Zona Uno a cargo del jurisdiccional Heber García que agradeció y consideró un honor.

“Primeramente agradecido. Es un gran detalle de parte de la directiva permitirnos tirar la primera bola. Es un gran honor. Es como una recompensa que tenemos los verdaderos aficionados de Indios, no quiero decir que no lo sean los demás, pero hay algunos aficionados que los seguimos desde lo que es el torneo regional”, enfatizó.

La relevancia y trascendencia que los Indios y el beisbol tienen en la vida de ‘Tony’ es de tal magnitud que, en el 2017, con la colaboración de los peloteros de la tribu Aarón Aguilar, Juan Pedro Plascencia y Ricardo Torres, así como del sonido local, tomó el micrófono y le pidió matrimonio a su novia Claudia Rodríguez, también ferviente seguidora del cuadro juarense.

“Mi esposa es Claudia, una fiel aficionada también al equipo de Indios y ahora nuestra niña con tres años canta Aquel Amor”, expresó visiblemente emocionado.

Es así como el amor hacia los Indios que ‘Tony’ heredó de su padre, junto a su esposa Claudia ahora lo transmite a su hija Regina, en el seno de la beisbolera familia Acuña Rodríguez.

LAS 10 DE ‘TONY’

“Recuerdo que era un niño cuando mi papá todavía me traía al estadio”.

“Todavía era en el Canales Lira, mucho antes del 96’”.

“Recuerdo momentos muy bonitos con mi señor padre que ya no vive”.

“Era ir al primer juego y a comer un lonche de colita de pavo en el intermedio”.

“Tenemos que ‘marcar’ para estar contentos en el estatal”.

“Es un gran detalle de parte de la directiva permitirnos tirar la primera bola”.

“Es un gran honor”.

“Es como una recompensa que tenemos los verdaderos aficionados de Indios”.

“Mi esposa es Claudia, una fiel aficionada también al equipo de Indios”.

“Y ahora, nuestra niña -Regina- con tres años canta Aquel Amor”.